Tobías y la Gran Aventura de la Manzana

Tobías y la Gran Aventura de la Manzana 🍎🐛

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Había una vez un pequeño gusano llamado Tobías que vivía en un jardín lleno de flores, hojas verdes y árboles altos. Tobías era un gusano muy curioso y siempre soñaba con probar una manzana roja y jugosa. Había escuchado historias de otros gusanos sobre lo dulce y deliciosa que era, pero nunca había visto una manzana de cerca. En su jardín, las manzanas crecían en el árbol más alto, y Tobías sabía que tendría que hacer algo especial para llegar hasta allá.

Una mañana soleada, Tobías decidió que era el momento perfecto para buscar su manzana. Se despidió de sus amigos, unos gusanitos que vivían bajo una piedra, y comenzó su aventura. Primero, se arrastró por el suelo cubierto de hierba fresca. El camino no era fácil; algunas ramitas le hacían cosquillas y las hojas mojadas lo hacían resbalar. Pero Tobías no se rendía, porque estaba decidido a cumplir su sueño.

Después de un rato, llegó a la base del gran árbol de manzanas. Miró hacia arriba y vio las frutas brillando bajo el sol como pequeñas joyas rojas. «¡Qué alto es este árbol!» pensó Tobías. Sabía que no podía trepar por el tronco solo, así que buscó ayuda. Cerca del árbol, encontró a una hormiga trabajadora llamada Lina, que llevaba una hoja más grande que ella.

«Hola, Lina,» dijo Tobías. «¿Podrías ayudarme a subir al árbol? Quiero encontrar una manzana.»
Lina sonrió y respondió: «Claro que sí, pero necesitaremos más ayuda. Este árbol es muy alto.»

Juntos, buscaron a otros amigos en el jardín. Encontraron a una mariposa llamada Clara, que revoloteaba entre las flores, y a un saltamontes llamado Riko, que daba grandes brincos por el césped. Cuando Tobías les explicó su plan, todos quisieron ayudarlo. «¡Vamos a buscar tu manzana!» dijeron emocionados.

El plan era sencillo: Lina y los demás gusanos harían una fila para formar un puente desde el suelo hasta la primera rama. Clara volaría cerca para guiarlos, y Riko usaría sus patas fuertes para empujar pequeñas ramas que estorbaran el camino. Tobías estaría al frente, arrastrándose poco a poco hacia la manzana más cercana.

Fue un trabajo en equipo increíble. Tobías avanzaba despacio, pero seguro, mientras sus amigos lo animaban desde abajo. «¡Tú puedes, Tobías!» gritaban. Finalmente, después de mucho esfuerzo, Tobías llegó a la rama donde colgaba una manzana roja y brillante. Estaba tan emocionado que casi no podía creerlo.

Con cuidado, Tobías se acercó a la manzana y dio su primer mordisco. Era incluso más deliciosa de lo que había imaginado. «¡Es perfecta!» exclamó, y compartió un pedacito con cada uno de sus amigos que lo habían ayudado. Todos celebraron juntos, comiendo pequeños trozos de manzana y riendo bajo el sol.

Desde ese día, Tobías supo que no importa cuán difícil parezca un sueño, siempre puedes alcanzarlo si tienes buenos amigos y muchas ganas. Y aunque Tobías seguía siendo un pequeño gusano, ahora era conocido en todo el jardín como «Tobías, el gusano que conquistó la manzana más alta.»

Fin. 🍎🐛

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